Es
triste. Todas las noticias en primera plana sobre Roma, el Papa, y esa
basofia religiosa oscurantista fanática que obstaculiza el desarrollo
normal de las sociedades civilizadas. No he encendido el televisor,
presiento que las imágenes no nos salvarán de la catástrofe. Cuanto
dinero invertido, cuanta mentira, cuanta blasfemia...HORROR!!!
Es
noche, y allí, acumulada por doquier, está la nieve. Por supuesto hace
frio. Mucho frio. Me gusta más la noche que el día. Por todo lo que
pueden esconder las sombras. Y ya sé yo cuanto esconden las sombras. He
disfrutado, y también he sido víctima de esos fantasmas nocturnales.
Pero sobre todo he gozado de esos demonios oscuros que no tienen rostro,
ni nombre, ni falta que hace. La noche, intelectualizandola, es como la
vida; un eterno acontecer.