miércoles, 7 de julio de 2010

Zurück in Berlin

Después de una ciudad tan ruidosa y excesiva como Madrid, regresar a Berlin es como ingresar en un centro espiritual a hacer cura de todos los excesos vividos. Tales excesos me han dejado refrito, y como resultado una gripe y debilidad que en estos momentos trato de compensar con un plato de sopa caliente a pesar del calor que también azota a Berlin, aunque anoche cuando aterrizamos al borde de la madrugada al Aeropuerto de Schönefeld, los termómetros marcaban sólo 15 grados. Atrás quedó la capital de la madre patria, la marcha madrileña, los amigos de siempre y los nuevos amigos, la suerte de nuestro idioma español, y un montón de experiencias resultado de cada viaje cuando se da un salto en las costumbres.

En todo ese tiempo no leí noticias ni accedí a Internet, por lo que estuve limpio y puro, sólo apto para el disfrute. Ahora, de regreso a la rutina (maldita rutina) las aguas van tomando su cause. Aunque lo confieso, me encantan las aguas revueltas.


Por Luis Ruiz

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