viernes, 4 de septiembre de 2009

El Viaje

"Qué sería, pués, de nosotros,
sin la ayuda de lo que no existe ?"

Paul Valéry



Muchas veces he comenzado, he logrado avanzar un poco, y luego me he detenido en medio del camino, con una extrana sensación y desconcierto. Pués de eso se trata, de un largo camino. Como el recorrido hasta llegar aquí. No debo considerarme un viajero especial, aunque sí estoy obligado a aceptar mi suerte. Muchos desearan estar en mi lugar. Aunque tampóco es tan fácil. Sin embargo, nadie piensa en los inconvenientes del viaje. Yo desde luego, tampóco pensé en ellos. En todo caso no me importaban, estaba decidido a todo. Y aseguro que no es valentía lo que me sobra. Sin embargo, pareciera que así tenía que ser. Hay cosas que están escritas en el libro de la vida y no se pueden cambiar. Algún valor hay que concederle a las predicciones. O será sólo una experiencia personal ? El caso es que a mí me predijeron el futuro. O sea, el "viaje". Así entre comillas, porque no se trataba de un viaje cualquiera.

Aquella mulata del Reparto Bobes, no hablaba de un viaje a Nuevitas, Santa Lucía, la Habana, no, ella veía en el fondo de aquel vaso de agua: el "viaje". Y la mulata Georgina era una adivina de respeto; al menos eso afirmaban los que la conocían. También mi abuela Zoila, que ella misma era una cartomántica de muchos aciertos, le tenía fé a Georgina.

- Aquí veo un viaje, cruzarás el mar, será un viaje largo y definitivo.

Dijo.

Yo era muy jóven. No me asusté. En todo caso me ilusioné. Y luego, nunca más dejé de pensar en aquella profesía. Confié en mi suerte, o sea, en mi destino. Y mal que bien, sucedió. Claro, que antes había hecho otros viajes. Pero no el "viaje" definitivo. Ese estaba por realizarse. Y aunque no quiera seguir hablando de profetisas, tengo que decirlo, también más tarde, muchos anos después, volvió a sucederme. Me dije: esto es demasiado. Una senal ? Sin duda. Algún valor hay que darle a las predicciones.

Era un día caluroso. El sol rabiaba ensanándose con los habitantes de la ciudad. Ni la brisa procedente del mar lograba refrescar la atmósfera. El "indio" lanzaba lanzas afiladas a la tierra. Parecía que toda la furia del universo se hubiera volcado sobre la Habana. De debajo de las piedras surgían fantasmas amenazantes. Y no era sólo el calor. Algo mucho más terrible amenazaba. Ya vienen llegando- decían algunos. Quienes ? Todos desconfiaban, y temían. Algunos incluso huyeron despavoridos. Y apareció aquella mulata de pelo rojo, como la Georgina de Bobes, sin esperarla, golpeandome en la espalda. Se aferró al manubrio de mi bicicleta, empezó a temblar como sacudida por una fuerza cosmológica que no podía controlar, y habló. Y habló del "viaje". Del "viaje" definitivo.

- Lejos, lejos ...

Decía, teatralmente, ejecutando movimientos raros en el aire con una de sus manos libres, senalando un punto más allá de todos los posibles. Confieso que la escena me dejó perplejo. Aquella escena, en medio de una calle habanera, bajo los influjos de la luz y el calor de la isla, en la antesala de un viaje que estaba a punto de realizar, me llenó de desconcierto.

Y sucedió. Crucé el mar, el aire, la dsitancia. Y aquí estoy. Muchas veces he comenzado, y luego me he detenido en medio del camino de una narración que siento la necesidad de convertir en historia.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Es curioso como las ideas vienen y van. Fluyen, sorprendiendote, sin darte respiro. Y después te quejas. No es ésta una forma útil de perder el tiempo ?. Esos mequetrefes te inspiran. Hasta cuando te ríes al verlos pasar, todos vestidos con trajes negros, que parece como si se dirigieran a un velorio. A quien quieren parecerse ?. A quien desean gustar ?. Una manada de lame culos y engreidos es lo que son. Y después un buen día, en una de esas fiestas fetichistas, los sorprendes vestidos de cuero negro buscando quien los azote. Así son, pués. Eso te dá una idea de quien es realmente el ser humano. Ves como aprendes en éste lugar ?. No son un ejemplo, pero incitan tus fantasías. Imaginas las vidas que se esconden detrás de esos rostros compuestos, serios, como de quien no rompe un plato. Baile de máscaras. Hay que verlos como se esfuerzan en su afán de ser lo que no son. Eso si es perder el tiempo. Sientete dichoso. Ellos ni se imaginan que tu los observas, y les inventas un pasado, y un destino, y un estilo de vida ajeno a la verdad. Y no es que estés equivocado. A algunos los has sorprendido fuera de base. De otros te has enterado por terceros. Impecables ?. No remuevas la mierda para que no apeste.

Esta casa de cristal no es tan transparente. Aquí se cuecen grandes sancochos. Pero ten cuidado, imaginalos, pero no los descubras; es peligroso. No te metas en camisa de once varas. Los periodistas son un arma de doble filo. Ya, no todo lo que se dice es verdad, de acuerdo. Tal véz exageras. Tu mismo eres un especulador. Ellos están autorizados a hacer y decir lo que hacen y dicen. Y no lo niegues, también lees esas basofias. No siempre, pero aveces. Además, leyendo eso aprendes a valorar más la buena literatura. Mira, ese es tu observatorio, el generador de ideas. Y por si fuera poco te pagan por estar allí. La vida no es un paraíso. El paraíso no existe. Ahora mismo existes tú y ese lugar. Aprende a valorar lo que tienes.

martes, 1 de septiembre de 2009

Tearo Principal

Por un tiempo (entonces yo era un balletomano), el Teatro "Principal" de la ciudad de Camaguey era un lugar común. Allí tuve el privilegio de ver grandes obras del ballet clásico interpretadas por el ballet Nacional (entiéndase que hablo de otra época), y sus grandes estrellas, y también por el ballet de Camaguey (en su otra época). Pero no sólo ballet, también teatro, música clásica, y muchos otros conciertos de figuras y grupos nacionales, y extrangeros. El teatro también era un lugar de encuentro con los amigos, una manera de "figurar", y una opción para los que estabamos ansiosos de cultura y roce social.

El teatro "Principal" de nuestro querido Camaguey, fué escenario de acontecimientos importantes (sobre todo para nosotros lo era). Entre ellos por ejemplo: El Festival de Teatro. En el marco de uno de estos festivales tuve la suerte de conocer a Abilio Estévez, con el que he mantenido desde entonces una gran amistad. Luego, cuando me fuí a la Habana, coincidimos en "Teatro Irrumpe", donde él estuvo trabajando por un tiempo. Recuerdo que Abilio me regaló un ejemplar de la primera edición de "Manual de las Tentaciones", y que yo conservaba con mucho afán. Recuerdo también aquella noche en nuestro apartamento de la calle 3ra, cuando hizo una lectura de sus poemas inéditos.

En una de las ediciones del Festival de Teatro en Camaguey, y a través de mi amigo Luciano Castillo, conocí a Adriana Quezada, actríz de Teatro Irrumpe, que participaba con la obra "Los Enamorados", de Goldoni, dirigida por ese grande del Teatro cubano que fué Roberto Blanco, y del que luego llegué a ser su peluquero. En ese Festival y con esa obra Lili Renteria se llevo el premio de actuación. Luciano, lo recuerdo muy bién, me presentó a Adriana frente a la entrada del Teatro, después de esa función. Meses después nos casamos Adriana y Yo.

O sea, que el Teatro Principal más que un acontecimiento cultural, ha devenido en mi vida personal un lugar muy especial.

El Teatro "Principal" fué una obra realizada por el Ingeniero militar espanol, Don Juan Jeréz Arreaga. Inaugurada el 2 de febrero de 1850 con una presentación de la opera italiana "Norma", de Federico Fellini por la Companía de José Miró. Por su escenario desfilaron figuras mundiales como Enrico Caruso.
Uno de los más importantes de la isla por su magnífico escenario y excelente acústica. La entrada está enmarcada con arcos de medio punto y vitrales de colores que dan acceso tanto al primer piso como al balcón. Los cinco arcos de la fachada tienen rejas de diseno al estilo colonial.

Ese es el teatro "Principal" de la ciudad de Camaguey , y un poco de su historia.

EL VENDEDOR DE PERIÓDICOS

No podía ser de otro modo. El cuartico está igualito. Los mismos rostros, la misma indiferencia, la espera cotidiana. Un rosario de frases aprendidas sin un peso emocional que les devuelva su valor genético. Costumbre. Sobre todo la agobiante costumbre.

... yo me acostumbro
amor
yo me acostumbro
y acostumbrarse es una palabra difícil ...

Para llegar recorrí el mismo camino con los mismos pasos. No podía suceder que equivocara el rumbo. Y casi llegué a alegrarme de volver. Entiendase que digo: casi. Lo cual no significa que la idea de instalarme detrás del mostrador me hiciera muy felíz. Sobre todo por lo de las convenciones; sonrreir, ser amable, fingir. Y más que todo, perder el tiempo. El precioso tiempo que se escapa si no lo amarras corto. Aunque de todas formas se va, sutil o veloz, arrastrando todo lo que encuentra a su paso. El tiempo que deja huellas imborrables. Pero perderlo así no más es un escándalo. Me gusta hacerme a la idea de que lo aprovecho. Por ejemplo, leyendo. O entregado al imparable diálogo interior que no me da tregua. O emborronando cuartillas. O simplemente dejándome estar, observando a mi alrrededor. Escuchando mi voz repetir hasta al cansancio :

- Guten Tag
- Danke schön
- Bitte schön
- Schön tag noch ...

Sorprendido de la facilidad con que estas palabras salen de mi boca sin darme tiempo a pensarlas. Como impulsadas por un resorte que las lanza al aire convirtiéndolas en sonido. Con una claridad tal que nadie pensaría me son extranas.

Digo que nada ha cambiado en éste lugar. Aquí estoy. Yo; el vendedor de periódicos.

lunes, 31 de agosto de 2009

Por qué el lunes ?

El lunes es un día incierto; como todos los comienzos. Primer día de semana y primer día de trabajo después de una pausa de verano. No sé que me depara el día de hoy, ni lo quiero saber. Por qué debo quejarme ?. Aún estoy en la cama, mirando el cielo a través de la ventana.

Fué Martí quien dijo: "el trabajo honrra" ?. Sin duda ha de ser así, de algo hay que vivir. Sobre todo si se siente sobre las espaldas (la mía está lastimada, tengo una hernia discal) el peso de la familia (que está allá), necesita tu ayuda y la espera.

Pero, no podría yo dedicarme a algo más personal ?. No quiero decir vivir del cuento. Aunque ganar dinero escribiendo cuentos no estaría mal. Pero, quien pagaría un céntimo por mis historias ?. Tal véz, quien sabe, si hablara de ciertas cosas.

Ahora me preparo para lo inevitable, tampóco es tan terrible, hay cosas peores. A fin de cuentas ...

Por qué el lunes ?