La vida tiene su lado profundo, comprometido, y también su lado banal, frívolo, no comprometido, en consonancia con la estética del vivir cotidiano.
El compromiso con las "causas" es opcional y al mismo tiempo circunstancial. O sea, personal.
Detesto que exploten a los chinos, o los indios, pagándoles míseros sueldos por confeccionar la ropa que luego se vende a altos precios, pero aun asi no renuncio a comprar esos productos. De la misma forma que (los que pueden claro) no se abstienen de vestir Channel o usar sus perfumes, porque esta estuvo líada con un oficial nazi.
Son los contrastes de que hablo.
No me gusta el islamismo ni la mentalidad retrógrada de la cultura árabe. Pero, por eso renunciaré a vivitar las Pirámides de Egipto u otros templos?.
Por Luis Ruiz.
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