miércoles, 25 de enero de 2012

De la condición humana.

Los seres humanos se regodean en la miseria y la tragedia. No sé si siempre fué asi, o es un mal de estos tiempos. Cuando ocurre un desastre todos los que pueden se trasladan al lugar de los hechos, muchos aparentemente con la intención de ayudar, los medios para la información correspondiente, y los pillos para sacar ganancias de lo que pueden. Luego, a los pocos dias, abandonan el escenario de la catástrofe olvidando a los infelices, para trasladarse al próximo acontecimiento que es el que hace noticia, pués lo pasado, pasado es. Y asi, como montados en un Tour van de un lugar al otro hasta donde se producen los fenómenos, al punto de hacer cotidiana la miseria como si nada.

Allí en Giglio, donde el  barco que acaba de naufragar aún alberga entre sus monumentales instalaciones (cada vez los hacen más grandes y bombásticos) muchos muertos, y los de las brigadas de rescate arriesgan su vida intentando encontrar más víctimas y devolverles a los familiares sus cadáveres, acuden cada dia cientos de curiosos a hacerse una foto con cara de yo no fuí, frente al marino semi hundido cual atracción turística del momento. Y ni hablar de los que estarán sacando lazcas del fenómeno.

Yo realmente, como autoridad de ese país, prohibiera semejante espectáculo.

Pero no sucederá. Lo impiden las leyes democráticas (que se imponen cuando les conviene a quienes las aplican y hacen demagogia de su significado).

Y los damnificados, y los muertos? Bien gracias. Veremos mañana que noticia suplirá a esta.


Por Luis Ruiz.

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