Cosas tan simples y necesarias. Anoche, sentado en la terraza de un Café, bebiéndome una jarra de cerveza bien fria, y disfrutando de las temperaturas de este insipiente verano que ha tomado por asalto la ciudad, pensaba en el gran privilegio de tener momentos asi. Aunque en mi juventud soñaba mucho, y sobre todo soñaba con viajar, conocer otros lugares, vivir las experiencias que conocía sólo a través de películas y reportajes, o que me contaban amigos extranjeros, ni por casualidad me imaginaba viviendo en Europa, y mucho menos en una super ciudad como Berlin.
Ahora, mientras tomo mi Lattemachiatto sentado en el balcón, expuesto al sol de la despampanante mañana berlinesa, observo a dos trabajadores reparando el techo del edificio del frente, y sobre ellos el cielo azul y limpio que anuncia un dia de lujo.
Por Luis Ruiz.
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