martes, 4 de diciembre de 2012

Un dia como otro cualquiera.

Lo primero que hago, después de ir al baño, lavarme la boca y la cara, y mirarme en el espejo por supuesto (me encantan los espejos y mirarme en ellos), es ir a la cocina y hacerme un café. Luego regresé a la cama con la taza, y lo bebí debajo de las mantas frente a la tele. No miré tele diarios, no, sino un programa más ligero; una Revista Matinal. Las noticias de aqui no se diferencian de las de otros lugares, aunque cada cual crea que los problemas de allá sean peores que los de aqui, y viceversa. Después llamé a mi amigo Domingo en Barcelona, que hoy tiene cumpleaños. Hablamos algo más de una hora, y como siempre, hablamos de lo profano y lo divino, a nuestro aire. Hoy también es el dia de Santa Barbara, pero como la verdad, no soy tan creyente... Además, el 4 de diciembre me trae malos recuerdos, y cuando el mal es de cagar ni los santos resuelven el problema.

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