sábado, 12 de diciembre de 2009

POR ESTOS DÍAS TODOS ESTÁN EN AMBIENTE NAVIDENO

Por estos días todos están en ambiente navideno. Las tiendas venden todo tipo de abalorios característicos, y los Mercados de Navidad se han instalado en diferentes puntos de la ciudad. Las familias han empezado a realizar las compras de los regalos que han de entragarse el día 25. En la esquina de mi casa se venden los pinos que éste ano han subido de precio. Las ventanas y balcones se llenan de lucecitas de colores que pestanean, estrellas, Reyes Magos, Santa Claus y trineos. Hasdta aquí todo parece anunciar que el mundo está en orden, que no hay motivos para preocuparse, y eso me parece muy bien.

A mí las Navidades no me dicen nada, quizás porque crecí sin esa tradición. Para ser sinceros, hasta esos Villancicos que hace un buen rato llegan hasta mí, me exasperan. Más que animarme, todos esos falsos destellos me provocan el rechazo total a todo ese atrezo teatral que me rodea.Cada ano que pasa me alejo un poco más de esas celebraciones.

Recuerdo que mi tía Emilia hacía en su casa los días 24 la cena de Noche Buena, a puertas cerradas, pués aunque era una gusana recalcitrante y reconocida ese día evitaba la mirada de los curiosos, que ronosos y comidos por la envidia relacionaban la cena con un acto contrarrevolucionario. Para mi tía que era tan religiosa la fecha tenía una connotación sagrada.

Una vez me inventé un arbolito de Navidad con unos gajos secos que pinté de blanco y cubrí de algodón al que anadí bolas hechas con papel satinado de colores. Lo coloqué en mi cuarto, y cuando mi padre se percató de la existencia de aquel objeto aberrante me ordenó destruirlo.

Hoy que soy libre de hacer lo que me venga en ganas, como enrrollarme con una cadena de luces multicolores y salir disfrazado de árbol de navidad, renuncio a todo eso.

Por Luis Ruiz

No hay comentarios: