domingo, 5 de agosto de 2012

Policia, policia!

A las tres de la mañana me despertaron los gritos de una mujer. Llamaba a la policia. Me asomé a la ventana y no vi nada. Los gritos se sentían cercanos. Tampoco desde el balcón pude ver que sucedía. La algarabía venía desde el pequeño parque que está al lado del edificio. Supuse que se trataba de una de las prostitutas que trabajan en los alrrededores, cuyo cliente exigía de ella algo más de lo pactado. Es un parque para que los niños jueguen, y a la entrada hay un cartel que prohibe fumar dentro y ingerir bebidas alcoholicas. No se prohiben otros actos, al menos no está escrito en el cartel de las prohibiciones. Pero incluso de dia las veo entrar, siempre acompañadas de algún hombre. Luego, de repente cesaron los gritos y no se escuchó más nada. Supongo que llegaron a un acuerdo, o el tipo asustado desistíó. Me costó volver a conciliar el sueño.
A las cuatro llegó el vecino, "el feo" como lo llamo yo. Es feo y pesado. Este también se las trae con sus salidas diarias de madrugada. Lo sé porque al salir y regresar se anuncia con una toz perruna que es su seña de identidad. Y luego aclaró, empezó a anunciarse la mañana. Di algunos cabezasos hasta que me levanté y me preparé un Lattemachiatto.


Por Luis Ruiz.

No hay comentarios: