Me hago eco de la noticia sobre la presencia de Mariela Castro en los festejos por el Día del Orgullo Gay en Hamburg, y por supuesto no para destacar su participación en el desfile, sino para protestar.
La noticia la leí primero en el blog de Zoé Valdés, y ahora en El Penthaus de Heriberto, el blog de David González.
Aunque me resulta repugnante poner esta foto aquí, hago una excepción.
Primero: Qué relación tiene el caso de esos cinco espías con una marcha gay?
Segundo: Quien de verdad está al tanto de los acontecimientos que en estos momentos se suceden en la isla de Cuba, saben que a pesar de ese montaje de la Mariela, quien supuestamenzte dirije una organización que defiende los derechos de los homosexuales cubanos, se sigue reprimiendo, acosando, deteniendo a los gay de la isla. Esta es una patraña más de ese sistema enfermizo, que lamentablemente encuentra acólitos y defensores en esta parte civilizada y democrática del planeta.
Yo no creo que los organizadores del evento la hubieran invitado así como así, por sus meritos y porque se lo merece. Detrás de esto hay otras manos (manos de seda como la de los ladrones profesionales), que con sus finos tentáculos se introdujeron en el templo divino para martirizar a los reyes de la libertad.
Su presencia aquí es ofensiva y decadente, pero así va este mundo nuestro de cada día.
Por Luis Ruiz
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