martes, 18 de mayo de 2010

El Diablo

Es difícil precisar el alcance de los tentáculos del demonio. El poder de "Satanás", según palabras de mi tia, es incalculable, ejerce su fuerza incluso allí donde se piensa no puede llegar. Y lo mismo sobre el elefante de trompa larga y fuerza pesada, que sobre una pobre y débil hormiga.

El diablo es malo, muy malo, no se fía ni de su sombra. Sabe que ha hecho mucho daño y llega incluso al paroxismo de temer de sí mismo. Pero incluso así tiene adictos, y de ellos se vale para sus embrujos. Claro, estos lame culos tienen vida limitada; o se cansan de servirles, o es el propio brujo quien los desaparece. Este truhan conoce que: " A quien hierro mata, a hierro muere", y no quiere correr riesgos.

Sabemos que el mal ejerce su fascinación sobre muchos humanos, y por eso se propaga, y justamente por eso tantos se prestan a servir al "mandril", aún a riesgo de sus propias vidas. Esto lo sabe muy bien el diablo, que es malo pero inteligente, muy inteligente. Se sirve de ésta fatal fascinación para lograr sus fechorías.

Pero, y si uno de estos discípulos aprende bien la lección, se endiabla y mata al diablo ?.


Por Luis Ruiz

No hay comentarios: