miércoles, 23 de junio de 2010

Del cuaderno "Apuntes de un vendedor de periódicos"

Y así las cosas, estoy aquí.

La tarde va llegando a su fín. No ha sido un día especial. En cualquier lugar del mundo el domingo es un día anodíno. El silencio es una masa compacta, pesada, que amenaza con aplastarme. La luz va diseminando las formas paulatinamente, y dentro de poco las sombras harán desaparecer la esencia que identifica la existencia de muebles y objetos hasta crear un mundo de ilusiones.

Yo desapareceré con ellos.

Terminé de tomarme la última cerveza. Miro a través de la ventana. El cielo tiene un color raro, indefinido, en el cual puedo perderme como si penetrara en una zona habitada por fantasmas. A pesar de todo soy yo. Quien sino ?.

Qué puedo cambiar de todo esto? No lo sé. Podría intentarlo, al menos.

No basta con quererlo.

Aquí sentado el mundo adquiere un valor de neutralidad bastante cómodo. Sin embargo la verdad es otra. Más allá de este espacio la vida se mueve con un ritmo diferente. El tic tac del reloj tiene su propia dimensión, lo cual no significa que todo sea tan monótono, o tan sincopado.

Mi intención del mundo es más interior que existencialista. Serán los sueños. Esos fantasmas ineludibles que me acompañan desde siempre. Mi identidad. Mi razón de ser.

NOTA: Estos escritos los realicé cuando trabajaba en la tienda, de allí su título. Por un lado trataba de palear la fustración de esas horas detrás del mostrador soportando el carácter lunático de algunos clientes, por otra agradecía tener un trabajo, que aunque poco, me daba la posibilidad de ganar algún dinero. Aveces venían pocos usuarios, y en ese tiempo disponible escribía y leía, creo que eso me salvó de la catársis. Para darme aliento a mí mismo me decía: Este es tu estudio, agradecelo, asumelo como una actividad intelectual. De alguna manera fué así. Los años que pasé allí pudieron servir de algo, se dice que nada pasa por gusto. En realidad realicé tareas peores, y hoy me pregunto como pude sobrevivir a la prueba. Aún así no me arrepiento: La libertad tiene su precio.

Continuará ...


Por luis Ruiz

No hay comentarios: