viernes, 2 de octubre de 2009

Hoy en el País

Ha fallecido en la Habana Cintio Vitier a los 88 anos. Poeta, narrador, investigador literario, uno de los fundadores de la revista Orígenes, que dirigió el escritor José Lezama Lima.


La cantante argentina Mercedes Sosa (74 anos) se encuentra ingresada en la unidad de cuidados intensivos en una clínica de Buenos Aires. Sufre una "disfunsión renal progresiva". Su estado es crítico, según ha informado su hijo. Mercedes Sosa, conocida como la Negra Sosa y la voz de América, es mundialmente conocida. Ha sido una ferviente defensora de los derechos humanos, y también conoció el dolor del exilio, cuando huyó de la dictadura militar argentina (1976-1983). Una mujer comprometida con su tiempo y con el arte, de una voz potente y humana de la cual hizo un sello muy personal, e inconfundible.
Yo tuve el privilegio de asistir a un maravilloso concierto que ofreció en la Habana, una noche también maravillosa, frente al Palacio de Bellas Artes. Luego volví a verla actuar en la ciudad de Buenos Aires, y de ambos conciertos guardo un recuerdo inolvidable.
Esto me hace recordar aquellas reuniones en casa de Magda, en su apartamento del Reparto Monte Carlos, en Camaguey, cantando todos a coro las canciones de Mercedes Sosa (Gracias a la vida, uno de sus grandes éxitos, y la que interpretaba de una forma genial), aveces interpretadas a la guitarra por Aldrobandi o Luisito; noches únicas, que hacían de nuestro mundo personal el único mundo posible.



Solidaridad y ditirambos a causa de la detención de Roman Polanski, por una violación a una menor que cometió hace 32 anos en Estados Unidos. La detención se produjo en el aeropuerto de Zürich, cuando se dirigía al Festival de cine Zürich, en el cual se presentaría una retropestiva en su homenaje.
Realizadores, guionistas, actores y profesionales del cine, entre otros muchos intelectuales del mundo entero, muestran indignación por la detención. Pedro Almodovar destacó: "No acepto que la justicia utilice atajos, mucho menos cuando esa misma justicia defiende la pena de muerte y hace posible el infierno de Guantánamo".

Preservativos en el Thyssen

Lágrimas de Eros (a partir del 20 de octubre) en la Fundación Thyssen en Madrid.

Cóndones con imágenes de grandes obras de arte, 119 en total, que relacionan el arte con el erotismo. Según confirmó la vicepresidenta de la fundación, Carmen Thyssen, se venderán preservativos inspirados con motivos artísticos; "pués suponen seguridad para los jóvenes, más que la píldora del día después".

jueves, 1 de octubre de 2009

Texturas




Por Luis E. Ruiz

Zapatos para no volver

Quiero presentar a ésta poetisa Camagueyana. Conocí a Legna  muy brevemente en uno de mis viajes a Camaguey, y en esa ocación me regaló un ejemplar de su poemario: Zapatos para no volver. Una edición sencilla, impreso en los talleres del Centro de Promoción Literaria Raúl Doblado del Rosario, de Ciego de Avila.
Legna Rodriguez, Camaguey, 1980. Poetisa y narradora. La editorial Ácana publicó sus poemarios "Querida lluvia", mención especial en la VIII Bienal de Literatura Camaguey, 2004; y "Arroz con marzo", premio Emilio Ballagas, 2001. Obtuvo premio de la Ciudad en Camaguey, 2003. Es miembro de la AHS.
EL MIEDO
Hay miedo en la barriga
en los botones del vestido
en la cara donde alguien me besó
en las manos
en esa parte donde el musmo desciende
hay miedo mientras duermo
mientras subo a una cama para enfermas
mientras espero tener un hijo
o un perro o unos zapatos
hay miedo si es otono
y si es verano hay miedo  agua caliente
y un perro y amigos solos
hay miedo o no hay miedo
pero siempre hay pánico de noche
cuando mi madre me pregunta cómo estoy.


JUANA LA LOCA

De espaldas a la cama
los pies acalambrados
mi pierna se congela
fui cesárea tres veces
llevo tarros      son botones
qué es un botón
existen botones rojos
mi perilla es un botón
toco el regalo
dudosamente alambre de púas
una cabeza con cicatrices
me prenaron la cabeza
de espaldas a la vitrina yo
un ciclón a los pies de la vitrina
regalo envuelto
salgo a través de un botón
mis pechos son campos de girasoles
desemboco en una cama alambre de púas
rezo Nina nuestra y digo mentiras
también pido perdón.

miércoles, 30 de septiembre de 2009

Un lugar llamado "El Paraíso"

Me ha contado un amigo asiduo al Paraíso, que allí se encuentran muy buenas cosas. Y no lo dudo. Paraíso nos sugiere algo sublime. En el Paraíso se encuentra la eternidad (al menos eso hemos escuchado siempre). A mi amigo le brillan los ojos, y pienso que está poseído por la evocación de ese lugar misterioso, lleno de veleidades. Lo miro embelesado. Reconozco que no conocía ese tipo de emociones en su carácter. Lo incito a que sea más explícito. El Paraíso?- Pregunto. A mi pregunta, él responde con mirada casi réproba. Es que se supone que yo halla visitado el Paraíso?
Niiiiiiiiiiiiiiiino, articula, extendiendo desmedida y aparatosamente la "i", al mismo tiempo que abre los ojos en senal de alarma, y sonrríe. Sólo después de su detallada explicación, que por supuesto no adorna con pasajes literarios (mi amigo no es precisamente un amante de la estética), comprendo a que se refiere.
El Paraíso es una porción de tierra, no demasiado grande, donde en verano la vegetación es tupída, y los árboles crecen muy altos y copiosos. El acceso a los caminos zigzagueantes entre la maleza no es difícil, sobre todo para los conocedores del lugar. La aventura de adentrarse en esos parajes depara muchas sorpresas (advierto que pongo todo esto en boca de mi amigo, el alucinado). Junto a los árboles, en esquinas estratégicamente ubicadas, allí donde la mirada de los intrusos no puede acceder, hay hombres en pose, en actitud de espera. Hombres de carne y hueso, de todas las edades y apariencia física, que a una sóla senal de aceptación están dispuestos a establecer una batalla cuerpo a cuerpo. Con buena suerte te encuentras un Adonis. Lo recorres paso a paso como un Lince. Le descubres los olores y el sabor de su piel. Si no ha tenido la osadía de desvestirse, lo desvistes. Asombrado, caes de rodillas en senal de adoración, infrigiendote el cástigo de engullir el garrote. Darás buena cuenta de tu sumisión. Dejarás incluso que te ensarte con la lanza, y te desangre, y te deshaga las entranas. Quizás incluso, tengas la suerte de compartir el martirio con otros, los que se acercan a contemplar y participar de la batalla. El suplicio puede durar, o ser breve, depende. Siempre tendrás la opción de otras búsquedas, otros encuentros. El Paraíso no cierra sus puertas, está allí, a sólo unos pasos de tu casa, en un lugar muy céntrico de ésta ciudad.

martes, 29 de septiembre de 2009

Zaida del Río (Las Villas, Cuba, 1954), es una de las grandes pintoras cubanas contemporáneas. Sus obras se exponen en Cuba y el extranjero, y forman parte de varias colecciones privadas.
Dice Zaida: pinto lo que siento, siento con el cuerpo.

A propósito de Zaida, tengo algo relacionado con su persona que contar. Yo viví en el pequeno cuarto de la calle Marqués Gonzáles, donde ella vivió antes de mudarse a la casa del Vedado. Cuando me casé con Adriana Quesada, y me fuí a vivir a la Habana, su hermana, que entonces era a quien pertenecía el cuarto, nos lo alquiló. Era una habitación extremadamente pequena, con dos pequenos closset empotrados en la pared; uno de ellos nos servía de armario, y del otro hice una pequena cocina, cuyas paredes tapicé con un papel en el que dibujé azulejos, y que podía limpiarse sin llegar a danarlo. Allí instalamos también un pequeno fregadero, y cocinabamos en una hornilla eléctrica. Un apuerta conducía a un minúsculo patio donde había una llave que nos suministraba de agua, y un lavadero. El bano se encontraba en el pasillo, lo compartíamos con dos muchachas arquitectas que vivían al frente. Pero casi siempre nos banabamos en el pequeno patio, pués como casi siempre había calor, un calor del demonio.
En el piso de arriba , justo encima de nuestro cuarto (es injusto llamar apartamento a ese cubículo), vivía Manuel, un cura espanol muy simpático. Hicimos gran amistad. Manuel vivía con un amigo (Manolo), y una perra (no recuerdo su nombre). Conversabamos mucho, sobre todo Adriana, siempre propensa al misticismo de las religiones (incluso quiso convertirse en monja), le tomó mucho afecto a Manuel. Recuerdo que cuando regrasabamos del teatro, bastante tarde en la noche, hacíamos espaguetis o alguna otra comida, llamabamos a Manuel, él bajaba, y cenabamos juntos. Siempre teníamos algo de que hablar, y reíamos mucho. Manuel tenía mucho sentido del humor.

Por qué no decirlo? En ese cuartico fuímos felices. Y sin exagerar, más felices que ahora. No podía decirse que fuera un lugar agradable, sobre todo el barrio era bastante feo, y de un ambiente bastante vulgar. No obstante nos la arreglabamos para vivir  nuestro mundo sin dejarnos malear. Bueno, tampóco teníamos otra opción. O sí, pero queríamos vivir sólos y libres. Én Marzo pasado cuando estuve en la Habana me llegué hasta allí, subí las escaleras y me paré frente aquella habitación, pero muchas cosas habían cambiado, y de los viejos vecinos no ví a ningúno. Después nos mudamos al Vedado, adonde vivía Adriana con su tía antes de conocerme a mí. Después me vine a Alemania donde vivo ahora. Así es la vida. 



(CONTINUACIÓN)

Todos sabemos que existen personas más o menos magnéticas. Unas atraen, otras repelen. Teleny poseía, al menos para mí, una especie de fluído mesmérico en los dedos. Su simple contacto me hacía desmayarme. Mi mano siguió con alguna vacilación el ejemplo de la suya, y debo confesar que el placer que sentí al manipular su verga era delicioso.
Nada más rozar los dedos nuestros penes, la tensión exseciva de nuestros nervios, el grado de nuestra excitación y el atasco de nuestros conductos seminales los hizo desbordarse. Por un instante, de mí se apoderó un dolor violento en la raíz de la verga, o mejor dicho en el interior de los rinones: luego la savia de vida empezó a fluir despacio, de las glándulas seminales; subió a la vulva de la uretra, a lo largo de la estrecha columna, como el mercurio en el tubo del termómetro, o como la lava en fusión por el cráter de un volcán. Alcanzó la cumbre, se abrió la rendija, los pequenos labios se separaron, y la crema viscosa brotó no en un chorro violento, sino a sacudidas, en gruesas lágrimas ardientes. Con cada gota que se escapaba, una sensación indescriptible e insostenible se producía en la punta de los dedos, en la extremidad de los pies, en las células más profundas de mi cerebro; la médula de la espina dorsal y la de los huesos parecía licuarse; y cuando éstas distintas corrientes, las de la sangre y las de las fibras nerviosas, se encontraron en el falo, instrumento de músculos y arterias, se produjo un choque terrible, una convulsión que aniquilaba a un tiempo el espíritu y la materia; goce que todos han sentido con mayor o menor violencia, y a veces con tal violencia que deja de ser un placer. Apretados el uno contra el otro, no podíamos hacer otra cosa que tratar de ahogar nuestros suspiros mientras escapaban las gotas del esperma.

lunes, 28 de septiembre de 2009

Son un poco más de las dos de la tarde de un día otonal (quizás por eso éste desasociego), estoy en la tienda, llegué hace dos horas. No me había propuesto hablar sobre el día de ayer, no creo que valga la pena, pero para dejar constancia del acontecimiento (se supone que las elecciones de un país sean un aconteciemiento), aquí estoy con el tema. No hay mucho que decir; la Merkel fué reelegida, o sea, que grandes cambios no habrá, y lo peor, en coalición con el FDP, que dicho sea de paso no favorece para nada a los obreros, que como se sabe son la mayoría en cualquier lugar de éste planeta.
Cuando salimos del local electoral, le comentaba a Ralf lo vacío que estaba, en el nuestro eramos los únicos, y afuera casi nadie, muy pocos, sin marcado entusiasmo, dirigiendose a cumplir con su deber. Ya lo decían los pronósticos, y así fué. Muchos se replantearon si valía la pena, no existían opciones ni planteamientos que denotaran un cambio. Bueno, en realidad los políticos no tienen mucho que decir ni ofrecer. Los pobres se seguirán empobreciendo, y los ricos enrriqueciendose. Los políticos cobrando grandes sumas de dinero como salario, beneficiandose de todo lo que el poder les da, caminando por la alfombra roja cual estrellas del modernismo que los empareja con el mundo del espectáculo, e ignorando las necesidades del pueblo, aunque se les gaste la voz de prometer y dar vanas explicaciones que ya a nadie convencen. De allí la desidia, el desinterés, y todo lo que provoca que la gente no acuda a votar, o lo haga por el falso.
No, no había otra opción que la de reelegir a Angela Merkel, y quizás por eso mismo fué preferible que así fuera. Lo cierto es que éstas elecciones pasaron sin pena ni glorias, y no aportan nada a la historia de Alemania (al menos así lo veo yo).
De allí nos fuimos a caminar por la ciudad, tal véz el último día de verano, a aprovechar los rayos del sol, y el día cálido. Nos sentamos en el Biergarten, junto al agua, a beber una rica cerveza fría, y nos reímos de lo lindo contemplando a un grupo de turistas japoneses que no sabían manejar los botes y avanzaban en sentido contrario. Nada cambiaba el panorama de la ciudad, salvo que era domingo, y los domingos, estés donde estés, son días lentos, silenciosos, opacos, en fín: aburridos.

La autocensura

"...en toda autocensura, interviene el resentimiento que se impone el creador. Desde luego, yo creo que ningún verdadero creador debe imponerse una autocensura.Si toda censura de fuera es molesta, una censura del creador me parece todavía más desdenable e inadmisible. No creo que sea insuperable, por el convencimiento de ver la historia de una forma germinante, creadora. No creo que en la historia haya nada indispensable ni insuperable. Toda respiración del hombre dejará su huella, su configuración... Creo que si ésta generación fuera una generación cabal, no cometería esos herrores, porque, a mi manera de ver, ese tipo de autocensura, de no querer comprometerse en el fragmento de negatividad de un momento político, me parece que es negativo".

José Lezama Lima  (1968)
La posibilidad infinita