sábado, 24 de abril de 2010

Reinaldo Arenas



Encontré éste video y lo pongo como un simple homenaje a Reinaldo Arenas.

Así es, cada día una nueva motivación y un nuevo descubrimiento; el continuo despertar. Cada día un nuevo reto para vencer el fantasma que quiere arrinconarnos contra la pared y aplastarnos.

Muchos cubanos hemos experimentado esa sensación de no pertenecer a ningúna parte, de no tener identidad: La no existencia. Yo personalmente lo viví en carne propia durante muchos años, algún día contaré esa historia.

Pero, qué hay de raro en eso, si en la isla tampóco eramos nosotros mismos, sino una imágen de la imágen, una copia borrosa, distorsionada, de nosotros mismos.

Eso ya pasó, ahora tengo finalmente una identidad, he recobrado mi nombre. Nadie tocará a la puerta una mañana fría de invierno acusándome de ilegal. Ni me conducirán a una celda fría y luego a una cárcel para extranjeros con miedo a ser deportado de vuelta al horror. Ahora soy libre y no tengo miedo.

(Continuará)

Por Luis Ruiz

Los muñequitos rusos

Un fantasma ronda las esquinas

La muerte es un fantasma que ronda las esquinas,
furtiva, como un gusano que lentamente
devora las zonas más apetitosas del cuerpo.
La muerte anuncia su llegada,
sin escrúpulos, jactanciosa y vengativa.
Una gota del semen virulento
decide romper el hechizo.
El amante ha sido traicionado
en un acto perverso de venganza.
Por Luis Ruiz

jueves, 22 de abril de 2010



Ayer se casaron Ilona y Manuela, Ralf fué uno de los testigos. La ceremonia fué sencilla e íntima. En el mismo salón nos casamos Ralf y Yo hace nueve años. Banda Nupcial a la salida de Rathaus Schöneberg, interpretada por un acordionista cuando todos descendíamos las escaleras. Luego celebramos todos en un Restaurant. Felicidades a nuestras amigas.


Por Luis Ruiz

miércoles, 21 de abril de 2010

Dos señoras



Escucho voces. Voy hacia la ventana y miro a través de los cristales. Abajo, en el patio, sentados al sol, dos señoras muy mayores conversan. Llevan pañuelos anudados a la cabeza, visten de una forma peculiar. Es obvio que no son alemanas. Turcas, Albanas? Las conozco, las he visto otras veces. Cada día se pasean de un lado al otro, con pasos cortos, lentamente, sin importarles el tiempo, por el patio del edificio. Nunca las he visto traspasar la puerta que conduce a la calle. Las imagino encerradas entre las rejas de un destino, que a esa altura de sus vidas, las ha condenado la vida.


Hablan en su idioma. Seguramente hablarán de recetas de cocina, del tiempo, los nietos, la familia. Pero sobre todo del pasado. De su tierra y sus costumbres. Y de un posible regreso.


Por Luis Ruiz

lunes, 19 de abril de 2010

Cuidado con los recuerdos

Cuidado con los recuerdos
(Paulo Coelho)
Llego a Madrid a las ocho de la mañana. Me voy a quedar apenas unas horas, no tiene sentido telefonear a los amigos o arreglar algún encuentro. Resuelvo caminar sólo por los lugares que me gustan y termino fumando un cigarrillo en un banco del parque Retiro.
-Usted parece que no está aquí-me dijo un anciano, sentándose a mi lado.
-Estoy aquí-respondo-Sólo que doce años atrás, en 1986. Sentado en éste mismo banco con un amigo pintor, Anastasio Ranchal. Los dos estamos mirando a mi mujer, Christina, que bebió más de la cuenta y hace como que baila flamenco.
-Aproveche-dijo el anciano-Pero no se olvide de que el recuerdo es como la sal: en la cantidad adecuada le da sabor a la comida; pero si exagera, estropea el alimento. Quien vive demasiado en el pasado, gasta su presente en recordar.

Represión continuada a Damas de Blanco



El gobierno de la isla está desesperado. Las turbas castristas cercan a Las Damas de Blanco para impedirles su marcha pacífica por la ciudad.

BERLIN HOY


El placer irremediable de desandar la ciudad, confundirme con su gente, imaginarla y descubrirla, paso a paso, en solitario.

domingo, 18 de abril de 2010

Almuerzo dominical en casa de nuestro amigo Rafael



(Rafa orgulloso, presentando los deliciosos Canapés de entrada con los que fuímo haciendo boca y que acompañamos con cerveza fría)

Ayer, de regreso a casa, quise dejar constancia de la tarde maravillosa que pasamos en casa de nuestro amigo Rafael, que ya nos tiene acostumbrados (o malcriados) a sus sorpresas culinarias. Alguien entendió (a causa de un comentario que había agregado al post), que no debe mezclarse comida con política. Tal vez tenga razón (al que le tocó le tocó), y tuve que retirar "ipsofacto" la entrada. Hago lo que puedo, pensando egoistamente puedo decir, que no seré yo quien libere a los cubanos de su "carga", yo decidí en el año 1994 ser libre, y por eso estoy aquí. Y por eso tengo la oportunidad de disfrutar de exquisiteses como las que nuestro anfitrión nos sirvió. Y por eso cuando nos reunimos hablamos alto y sin miedo, nos desmelenamos vaya. En fín...el mar.

El menü fué el siguiente:

Canapés

Paté con mermelada de cebolla y mostaza
Almogrote y chutnez de mango
Queso de cabra con mermelada de aceitunas

Primer plato

Vitello tonnato
Lechuga, cebolletas y sorbet de pepino

Segundo plato

Pollo a la pera
Soufflé de papas
Ruccola frita

Postre

Flan casero de "Chiquitica Rubalcaba"


Por Luis Ruiz




El miedo

El miedo es en realidad una fuerza destructora, o para ser más exactos, autodestructora. Me pregunto quienes serán los que un buen día, por su propio bien y el de sus coterraneos, se quite la máscara y ofrezca la cara al tirano. En la isla no todos están dispuestos al sacrificio. Pocos, poquísimos, apoyan a esas Damas de Blanco, a los disidentes, a quienes lo arriesgan todo por la libertad. O quizás el tiempo, la costumbre, quien sabe que, a sembrado en ellos el placer del sufrimiento. Tal vez sea cierto que, cada cual tiene lo que se merece.

Por Luis Ruiz

Una forma de vivir


Por fín el sol y esa luminosidad invocadora. La ciudad y su tiempo,

que cruzo presuroso apenas detenido en las esquinas.

Es mi cuerpo, son mis pasos. Soy yo, y también soy otro.

Quien soy?

Un día más recluido en la distancia, con el ojo receloso

detenido en un punto demasiado lejano para poder precisarlo.

Son ellos y sus voces.

No el pasado, sino el presente convulso y trágico, amenazante,

de quienes no alcanzan a divisar la luz de éste día que transito

libre, orondo, pensando en ellos.


Me asusta éste sentimiento desaprensivo

anticipándose a una verdad que va cerrando su abrazo hasta casi

hacerme daño. Sólo volvería sobre mis pasos para salvarlos.

Qué puedo hacer?


Sueño, y aún (por suerte aún) tengo esperanzas.

Miro alrrededor; rostros felices (o eso parecen), y reconforta

saber que un par de pesos en el bolsillo alcanzan para

aliviar el dolor.



Por Luis Ruiz