jueves, 16 de septiembre de 2010

Entre dos cuadros.

La foto me la hizo Ralf, que con mucha paciencia va detrás de mí y mi manía con la cámara. Cada vez que digo: Moment Ralf-se detiene-y comprensivo me complace. No sólo me detengo frente a la obra de los consagrados, cualquier Galeria llama mi atención, y si una obra me gusta no me interesa de quien es. De hecho, no comprendo la fama y el valor exagerado de algunas obras de arte que no me dicen nada, pero cada uno a lo suyo. Esta vez no entré al Museo Picasso pués ya había visto lo que exponen. Lamentablemente no tengo dinero para comprar obras de arte, pero contemplarlas ya es algo especial y me llena y me inspira. No soy pintor pero pinto, y hacerlo es como unn exsorcismo a través de lo cual me relaizo. El arte es mi sino, mi razón vital de ver el mundo y vivirlo, de realizarme, y no renunciaré a ello porque sobre todo lo hago para mí, para espantar los fantasmas que me habitan, para poder seguir sobreviviendo.


Por Luis Ruiz

Concebido inmaculadamente...

Me sumo a la opinión de esos intelectuales británicos de que el "Papa Ratzinger" no debería recivir el honor de una visita de Estado. Por lo que bien argumentan: Oposición papal al uso del condón a pesar del crecimiento de los infestados de SIDA, oposición al aborto, negar el derecho a los homosexuales, y la negación y ocultamiento de tantos escándalos dentro de la iglesia por abuso de menores.

Que plebe Dios Santo!

Por Luis Ruiz

Hombre mirando al mar.

(Foto Luis Ruiz)
Por Luis Ruiz

Galerias aledañas al Museo Picasso.

Por Luis Ruiz

Yo, Narciso...


Por Luis Ruiz

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Una Librería de libros viejos.

Una pequeña Librería del Barrio Gótico. Libros viejos. Entre otros compro un libro del Marqués de Sade. Sentada en una butaca está una señora de aspecto tranquilo, como si no le preocupara el paso del tiempo, sabedora de que el tiempo está contenido en las páginas de todos los libros y papeles que la rodean. Sobre la mesa, en igual actitud de desgano un hermoso gato blanco de pelaje suave que parece super complacido con mis caricias. Miro a mi alrrededor, casi prefiero quedarme allí adentro, fascinado con esa atmósfera.

Por Luis Ruiz

Iglesia Santa Maria del Mar

Por Luis Ruiz

martes, 14 de septiembre de 2010

La vida es una cadena y nosotros somos los eslabones.

(Almorzando con Doris y Ralf)
Ya había comentado de mi encuentro con Doris después de veinte años. Entonces, aunque tenía la cámara conmigo olvidé hacernos fotos debido a la emoción del momento. Hoy salimos a almorzar juntos. Pero esta foto merece un comentario.
Sobre una mesa vacía coloqué el tripode con la cámara para hacernos una foto, activé el autodisparador y corrí a mi silla para salir en el encuadre. En ese momento llega una camarera y se para justo delante de la cámara. La cojo por el brazo automáticamente apartándola (lo que menos ella esperaba de un cliente) y le digo: CUIDADO! Su susto fué tal que comenzó a brincar y gritar por todo el Restaurant espantada. No sé lo que pensó. Nosotros nos cagamos de la risa. Luego me disculpé con ella. Al rato todavía me decía: Te voy a matar, todavía me late el corazón del susto. El Restaurant estaba repleto y por supuesto nadie entendía nada, sólo miraban preguntándose de que se trataba.
Creo que si algo especial ha tenido éste viaje es mi reencuentro con Doris. Después del almuerzo salimos a caminar, por supuesto sin dejar de hablar, tenemos tanto que decirnos que no alcanzan las horas. Y Barcelona es el marco propicio, no faltaba más. Luego nos sentamos en una terraza del Paseo de Gracia a beber un cortadito. Y volvimos a caminar. Con la sensación impensada de que no deseabamos separarnos. Pero volveremos a vernos. Porque eso es la amistad; un reencuentro permanente.
Por Luis Ruiz

Paseo nocturno por la ciudad

Todas las noches después de la cena salimos a caminar por la ciudad, cuando casi todos los negocios han cerrado y los turistas se han ido a descansar. Es así como más puede disfrutarse de esa magia que impregna una ciudad como ésta.

Casi a media noche, en medio de la penumbra, un excelente concierto de guitarra por un músico callejero fué la culminación para que se produjera el encanto.

Por Luis Ruiz

lunes, 13 de septiembre de 2010

Café MACAO.

Este Café, al que se llega por una escalera situada estrategicamente al final de una tienda de departamentos, es uno de nuestros lugares preferidos aquí en Barcelona. Es una especie de patio terraza con piso de piedras sueltas y mucha vegetación. A pesar del cartel: PROHIBIDO FUMAR PORROS, el olor a marihuana y hachis innunda la atmósfera. Es un lugar bastante sui-generis. Los clientes son una mezcla bastante heterogenea.
Regresamos de FNAC, donde entre otros compré Diarios de Andy Warhol, uno de Burroughs, y otro de Bukoski. El de Charles Bukoski se titula: La máquina de follar. Ya el título mismo merece una reverencia. Venimos a éste sitio a deleitarnos con una jarra de cerveza fria. Ralf lee el Süddeutsche Zeitung. Yo inicio la lectura de Warhol. Por la escalera aparecen dos personajes, dos turistas, un hombre y una mujer mayores, no llegan arriba, miran alrrededor, el hombre mueve la cabeza negativamente y bajan. Están en el lugar equivocado-digo.
El sol se cuela por entre las ramas creando zonas soleadas y de sombras. No tengo marca libros, arrancaré un pedazo del periódico que lee Ralf. Las noticias son aburridas y no me interesan, desde que estoy aquí me intereso poco por lo que ocurre más allá de mis actividades personales.
Siguen llegando jóvenes; el aire se llena de olores que incitan a la transgresión.


Por Luis Ruiz

domingo, 12 de septiembre de 2010

Día de playa.


Día de playa. La Barceloneta. Caminamos hasta el fondo, han construido un paseo que lleva hasta donde antes sólo había arena y era mejor. Uno creía que estaba oculto del mundo. Y casi sólo gays, como debe ser. Todos desnudos. Ahora todos mezclados y menos libres. Hombres desnudos, algunos barrigones, imperfectos, de moco caído. Otros hermosos, bien dotados, que dan ganas de todo menos de quedarse tranquilo. Debo acostarme boca abajo pués tengo una erección. Dura como un palo; todavía. Ralf entra al agua y lo pica una meduza, tiene el brazo hinchado. Aquí, con estos cuerpos exhibiéndose así como dios los trajo al mundo todo se hincha. Que prodigio hincharse! Y el mar de trasfondo. Así si vale la pena la vida.



Por Luis Ruiz

Pequeñas Galerías.

Con mi pequeña cámara digital a cuestas, con el ojo visor alerta, tomando impresiones de todo lo que llama mi atención.

Por Luis Ruiz