jueves, 5 de noviembre de 2009

LOS COLORES DEL OTONO











Hablar éste ano de otono es bastante relativo. Aunque por el calendario aún no hemos arribado al invierno, ayer en la manana tuvimos la primera nevada en Berlín. Practicamente se pasó del verano directamente al invierno. O sea, que no hemos podido disfrutar del famoso otono de oro que nos regala tan hermosas vistas. No obstante algunos arboles se han tenido de esos bellos colores característicos de ésta época del ano.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

El cielo va dejando espacio a otros contornos sin definiciones
donde varios rostros se confunden, fundiendose.
Hemos dejado de avisorar estrellas,
fijando la mirada en otros puntos.
Después de todo, por qué hemos de pensar
en quimeras ?
Pasa el tiempo asentandose en cada pliegue,
cada músculo, en los gestos que delatan
la impaciencia.
Llueve, hace frío, la atmósfera se enrarece,
quedamos apresados en ese espacio
de para siempre.
Sonamos con ayer sin manana
en una lentitud que nos niega, nos borra,
extranandonos.
Siluetas mimificadas que pasean la juventud destenida
por otras playas, otras calles, otros parques,
otras estaciones.
Los espejos delatan a los fantasmas del ayer.
La lluvia se detiene en los cristales
congelándose.
Las esquinas devienen declinaciones inevitables:
prpensos a la caída.
Seguimos, seguimos ...
El susto ha pasado, las sorpresas son mínimas,
irrisorias las burlas,
entranables los recuerdos.


por Luis Ruiz

VEINTE ANOS DE LA CAÍDA DEL MURO

El 9 de Noviembre de 1989 se calló el Muro. Durante muchos anos los alemanes vivieron separados en su propio país. Ese día los alemanes de la República Democrática Alemana pudieron pasar libremente al otro lado, a ese mundo ansiado y prohibido que existía a sólo unos metros de distancia, y al que no podían acceder. La historia desconoce cuantos murieron exactamente en el intento de alcanzar la libertad anunciada detrás de esa frontera que los separaba de sus hermanos, pero fueron muchos.
El funesto 9 de Noviembre marcó un hito en la historia de Alemania, y del mundo. El país quedaba partido en dos mitades, primero por una vulgar cerca de alambre, y más tarde por el inquebrantable muro de concreto. De repente vecinos, familias y amigos se vieron privados de sus relaciones con los otros, sin darles tiempo a un último abrazo de despedida. Los ciudadanos de la Alemania Oriental iniciaban a padecer la pesadilla que los convertía en víctimas de un sistema dictatorial, controlador y perverso como todos los regímenes totalitarios y comunistas.
Una casa dividida, dos familias obligadas a vivir separadas, sabiendo que al otro lado de la puerta están sus seres más queridos sin poderse comunicar con ellos.
Mientras la Alemania occidental prosperaba y era libre, la vecina empobrecía material y espiritualmente, sumiendose en una decadencia absoluta. Mundos paralelos y distantes, enfrentados por la política, transgresores de todos los derechos humanos.
Ahora se celebran los 20 anos de ese luminoso día de la caída del muro. Unos recuerdan esa época como un episodio trágico, otros con cierta melancolía, pero lo cierto es que fué un triunfo de la libertad. Cierto que aún quedan secuelas que marcan diferencias entre ambos territorios, pero sin duda no es lo fundamental.
Muchos países necesitan de un 9 de Noviembre alemán para derribar el muro que los encierra, les niega sus derechos más elementales a moverse por el mundo, a ser libres. Como cubano no puedo evitar los paralelismos con la historia de éste país donde vivo ahora, que sirvió de ejemplo a Cuba, y donde contradictoriamente he venido a alcanzar mi libertad. A vivir sin miedo, expresar lo que siento sin la amenaza de un cástigo. Donde soy lo que me da la gana; romántico, existencialista, intransigente, ateo, lujurioso, católico o budhista, homosexual, donde nadie me recrimina o persigue porque pienso o soy diferente. Donde hasta puedo protestar contra el mismo gobierno que me dió asilo sin perder mis derechos ciudadanos.


por Luis Ruiz

martes, 3 de noviembre de 2009

EL MUNDO ES TAN CHIQUITO

Hay un dicho que dice: "que chiquito es el mundo". En mi caso puedo emplearlo con bastante certeza. Aveces pareciera imposible que nosotros, regados como andamos por el mundo, pudieramos encontrarnos alguna vez con amigos y conocidos, que alguna vez formaron parte de nuestra vida. Gente con las que vivimos momentos importantes, compartimos experiencias fundamentales, lloramos y reímos. Los diferentes caminos por los que hemos partido hacia rumbos impensables, nos separaron fisicamente, dejándonos la sensación de lo irrecuperable. Cierto que en ese arduo andar en busca de una nueva "casa", encontramos nuevas amistades, y hasta un nuevo amor. Pero por alguna rara alquimia de los sentimientos encontrados, no hemos dejado de pensar en todas esas personitas, todo lo contrario, aveces incluso se nos aparecen en una calle cualquiera, en un Café, en el lugar más inaudito, disfrazadas de un nuevo ser. A mí me sucede constantemente en las calles de Berlín. Cierto que cuando fijo la mirada en el rostro adivinado, desaparece la certeza de ser quien creía. No son apariciones, sino revelaciones de la memoria, de ese afán por recuperar lo perdido. Otras; lo más hermoso, me he encontrado de verdad con algunos de ellos.
Estoy últimos tiempos, gracias al mundo virtual que nos recupera algunas de esas pretendidas pérdidas, me he reencontrado con algunos amigos, y eso me hace inmensamente felíz. Es como si hubiera salido a caminar por un prado, en invierno, y de pronto descubriera que crecen flores y frutos. Sin duda alguna algo maravilloso. Entonces compruebo que las distancias no son un pozo ciego donde todo tiende a desaparecer. En el fondo de esa inmensidad hay luz, una senal de esperanza. Cada mensaje recivido de éstas apariciones virtuales me acercan más al ser humano, a la presencia del amigo que el tiempo me tenía reservado como regalo de fin de ano.

por Luis Ruiz

lunes, 2 de noviembre de 2009

LA DISIDENCIA EN CUBA SIGUE SIENDO ACORRALADA

El tema de Cuba sigue dando bandazos, repercutiendo aquí y allá, y sobre todo golpeandonos a todos los cubanos, los de aquí y los de allá, los que no podemos desentendernos de ese problema que ya parece se va a acabar, y comienza a ponerse peor.
La situación de los disedentes en Cuba se recrudece. Desde hace un tiempo ya los cubanos se van llenando de valor, poniendo en peligro su libertad y hasta sus vidas, y hacen públicas sus quejas, manifestándose en contra de la violación de los derechos más elementales del hombre: libertad de expresión, de movimiento, de ejercer sus criterios libremente, entrar y salir del país sin un permiso especial que determine sus pasos, acceso a internet, etc.
Una decena de disidentes mantiene desde hace más de 20 días, un "plantón" en el interior de la vivienda de Vladimiro Roca. Este domingo un grupo de secuaces del régimen dictatorial de la isla realizó un acto de repudio frente a la casa del opositor donde se aisla éste grupo de valientes que proclaman libertad y derechos humanos. Los enviados del gobierno gritaron consignas y cantos revolucionarios, portando banderas y carteles de apoyo al gobierno. Uno de los enviados entró a la vivienda y agredió a los allí reunidos, hiriendo a uno en la cabeza, y fracturándole un dedo a Martha Beatríz Roque.
Es evidente el nerviosismo del gobierno frente a estas manifestaciones de reveldía, que ultimamente van subiendo de tono. Un ejemplo de ello es el de la bloguera Yoani Sánchez con sus abiertas protestas a través de su blog "Generación Y", y la audacia de disfrazarse con una peluca, burlando el control para entrar a un debate de la Revista Tema, sobre Internet. Logró pasar y manifestarse. Mientras tanto en la puerta otros blogueros, naturalmente opuestos al régimen, que querían pasar para participar del debate, eran interceptados, negándoseles la entrada.
Sabemos que tales hechos ponen en peligro la vida de éstos hombres y mujeres que tienen el valor de mostrar la cara y los dientes para defenderse de sus agresores, a ellos debemos apoyarlos, hacernos eco de sus inquietudes, y levantar nuestras voces por todo aquello que no pueden llegar a expresar, o que lo que dicen no tiene la posibilidad de llegar más lejos. Desde mi página, para todos a quellos que la leen, los convoco a hacerse eco de cada mensaje emitido por ellos, para que puedan llegar más allá de todos los cercos posibles.


Por Luis Ruiz

domingo, 1 de noviembre de 2009