Por los pedazos de historia que conozco sé que esta habitación está hecha de muchos recuerdos, algunos dolorosos. Aunque tal vez exagero con lo de doloroso. O el mismo que dice haberlos vivido le añade esa peculiaridad conmovedora. Con los recuerdos nunca se sabe. La vida es una recopilación de detalles que la imaginación dignifica o denigra. Así como existe la alegría, existe también el dolor. Sufrir un desengaño no significa que antes no hubieramos sido felices.
Cuando se construyó ésta casa todo era diferente. Pero se construyó y por eso existe. Hoy ha sido mejorada. Sin embargo las paredes son las mismas. En ésta habitación la lámpara que cuelga del techo y los muebles son de aquella triste época. Nadie se ha preocupado por borrar la historia, todo lo contrario, en ellos se perpetúa el pasado, queda atrapado como en una trampa de la que no puede escapar.
En ésta cama donde ahora estoy acostado durmió él. Aquí transcurrió su niñez. Ahora reina una paz que entonces deduzco era imposible. Seis hermanos juntos provocaría otra atmósfera, un ambiente más propicio al caos. Luego la juventud sería otra cosa. Ser adolescente y vivir en un pueblo, bajo un régimen totalitario, supuesto a las ordenes de padres y mandatarios tiranos, no es cosa de olvidar.
Miro a mi alrrededor. Dos camas personales ubicadas contra la pared. Un armario de tres puertas sin espejo. Una mesa de madera oscura y sobre ella un centro de mesa tejido a crochet de hilo blanco. Una silla bastante vulgar a la que es difícil designarle un estilo. Paredes blancas, imperfectas, completamente desnudas, sin cuadros ni nada. La ventana cubierta por una cortinilla de encaje blanco y a cada lado una banda de tela de un azul muy gastado. Sólo su historia la hace habitable. En ella viven los fantasmas del pasado.
El mismo silencio es una rémora de los viejos discursos y las leyes prohibitivas que sirvieron de ejemplo a otros que aún hoy siguen oprimiendo. La casa y ésta habitación son una herencia viva de ese pasado.
Aquí todo pasó, se cayeron los muros, volvió la libertad. En ésta habitación se puede hablar alto sin sentir miedo.
Pritzwalk*, 14.08.2010.
* Pritzwalk es un pueblo de la antigua República Democrática Alemana.
Por Luis Ruiz
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