
Escucho hablar de los olores de la tierra. Y quien soy yo?-me pregunto. Mi olfato ha perdido el rastro de su esencia. O es cosa de poetas que se inventan esos recursos para trascender? Existen un millón de razones para creer que tuvimos otra vida, y otro millón de sinrazones para creer que somos felices.
Por Luis Ruiz.
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