Leo las noticias. Los medios insisten en la muerte del Presidente Norcoreano. Más que todo en el espectáculo. Pero insisten. O sea, le dedican tiempo y atención al suceso, que quiere decir al Norcoreano. Para ser más exacto, al Dictador. Seguramente les pasa como a mí, que no me interesa un pito lo que en estos momentos pasa en Norcorea. Pero como el eco; repiten, repiten... Que el pueblo Norcoreano llora, da golpes, se arrastra por las cunetas, sufre de histeria: Que se jodan. Que viven y vivirán bajo una recia dictadura, pués que se rebelen o que la sufran. Cada cual tiene lo que se busca. O lo que se merece. Pero ya este tema, como otros similares, aburre.
Yo... vuelvo a mis asuntos.
Ah, se está acabando el año; Liberense, liberense! Para que toda esa energía negativa no los acompañe al otro. Yo, desde ya, empecé.
Por Luis Ruiz.
1 comentario:
Hola Luis, muy bueno “tu arranque” sobre esta paradoja.
Feliz año a ti, y viento favorable para todos tus propósitos.
Te dejo esta nota, animado por el reciente funcionamiento-normal de mi caja de mensajes.
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