jueves, 3 de mayo de 2012

Ikea usaba presos cubanos para fabricar muebles.

Empresa Ikea enfrenta alegaciones de haber usado a presos cubanos para fabricar muebles

Por Kate Connolli
The Guardian/3 de mayo de 2012

BERLIN – La empresa de muebles Ikea enfrenta alegaciones de que en la década de 1980 usó a presos cubanos para fabricar sus productos.
Estas alegaciones siguen a denuncias formuladas esta semana de que dicha empresa sueca también usó a presos políticos de la ex Alemania del Este para fabricar muebles en la década de 1970.
Según un informe del diario Frankfurter Allgemeine, el acuerdo para que presos cubanos fabricaran muebles para Ikea se logró a través de las conexiones comerciales de ese país con Alemania del Este.
Dicho acuerdo se firmó en septiembre de 1987 después de que representantes comerciales de Alemania del Este viajaron a La Habana para conversar con funcionarios del Ministerio del Interior de Cuba, según documentos que obran en los archivos de Stasi, que era la policía secreta de la ex Alemania Oriental, reveló el diario alemán.
La representación comercial alemana sostuvo conversaciones con varios funcionarios del gobierno cubano, incluido Enrique Sánchez, jefe de la empresa estatal EMIAT, responsable de amueblar las casas de la élite política en Cuba.
De acuerdo con los documentos de archivo, los lugares de producción acordados fueron “incorporados en las instalaciones penitenciarias del Ministerio del Interior” en Cuba.
El contrato exigía que Cuba produjera 35,000 mesas de comedor; 10,000 mesas infantiles y 4,000 juegos de tres piezas para dormitorios.
Por su parte, Ikea ha reaccionado a estos informes, que surgieron después de una investigación realizada por la televisión sueca, y expresó que había comenzado a investigar la situación y tenía intenciones de revisar los archivos de Stasi para hallar evidencia y comparar los datos de dichos archivos con la información de la empresa.
Una portavoz de la empresa dijo que Ikea “condena el uso de presos políticos” en su producción “en los términos más firmes posibles”.
Asimismo, la portavoz afirmó que la empresa ha tomado estas alegaciones con mucha seriedad aunque ha negado saber que se hubiera utilizado mano de obra procedente de prisiones para la fabricación de sus productos.
Por otra parte, datos de archivo muestran que en un inicio la colaboración con Cuba no fue favorable. A principios de 1988, la entrega de ciertos muebles experimentó demoras debido a su mala calidad. Los cambios en el proceso de producción obligaron a embarcar los muebles meses después.


Por Luis Ruiz.

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