miércoles, 20 de febrero de 2013

Siempre tenemos la proa apuntando hacia alguna parte.

Nieva y el día es gris. Trabajo en casa. Dibujo, preparo un lienzo, y leo. Hago ejercicios. El día, así, parece desconocer la prisa. Pero siempre tenemos la proa apuntando hacia alguna parte. En medio del silencio, que aqui es casi espectral a pesar de vivir en el centro, se escuchan clamores. Que vienen de otras partes, y se mezclan. Y uno no sabe si dar crédito a esas voces. Porque se ven tan confundidas. Yo escucho, y observo. Atentamente. Y archivo. Desde la distancia que me corresponde y que yo mismo he sentado como bases.


Por Luis Ruiz.

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