Cómo podría acostumbrarme al frío, la nieve, los días grises?
No!
Dónde está el sol?
Necesito que la luz entre en mí, me invada, con la misma fuerza que el amante desesperado traspasa esa zona oscura, húmeda, penetrando en el cuerpo que lo recive con ansia inigualable.
                                                      Berlín
                                                      28 Enero 2010
 
 
 
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