En ABC.
Cuerpo diplómatico alemán participó en el Holocausto y persiguió en el exterior a la disidencia intelectual. Bien que se hable de esto, se haga público. Pero nada nuevo. Hoy pasa lo mismo. El mismo método es utilizado hoy por las dictaduras vigentes y los regímenes totalitarios. Como el caso de Cuba, por ejemplo. Y eso no es un secreto.
Esos cuerpos no-diplómaticos, son eso; cuerpos. Nada más. Sin cabeza pensante, y mucho menos nivel intelectual. Trabucos. Vividores. Serviles. Lo probaron abiertamente con su comportamiento violento, vulgar, carente de diplomacia, los pasados meses cuando todo el show mediático a raíz de la muerte de Zapata, los disidentes encarcelados, las Damas de Blanco, las huelgas de hambre, y toda la parafernalia que ya acabó. O casi.
La misión de estos es justamente servir de espiones, velar a los que insisten en criticar desde afuera, y se mantienen activos luchando por la libertad y democracia de la isla, y a aquellos que ellos consideran un peligro (en realidad todos).
Por Luis Ruiz
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