Delante nuestro están plantados los días del futuro
como una fila de cirios pequeños encendidos
dorados, cálidos y vívidos cirios.
Quedan atrás los días del pasado
como una triste fila de cirios apagados;
los más cercanos humean todavía,
cirios fríos, consumidos y torcidos.
No quiero mirarlos; me aflije su forma
y me aflije recordar su luz primera.
Hacia adelante miro, mis cirios encendidos.
No quiero mirar atrás por no temblar viendo
cuán presto se alarga la oscura fila,
cuán presto cunden los cirios apagados.
Por Luis Ruiz
1 comentario:
Kavafis es todo único, aunque para los que escribimos poesía es un tanto perjudicial leerlo con mucha frecuencia porque irremediablemente luego se te van ramalazos de su estilo. Pasa también con Lorca. (Bueno, al menos a mí me pasa eso.)
Un abrazo de viernes.
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