Hoy volví a la Librería. Antes venía a menudo, casi todas las tardes. Al principio sólo. Después Ralf quiso acompañarme, y le cogió el gusto. Se me aparecía cuando salía del Banco, se sentaba a mi lado a leer el periódico. Entonces vivíamos en Wedding, de donde nos mudamos porque no nos gustaba el barrio. Seguramente dejé de venir después de que pasó lo que pasó. Después de aquello, regresé, y recuerdo que me sentí extraño. Fué como recuperar algo muy valioso que había perdido: La Libertad! Pero eso es otra historia.
Por Luis Ruiz.
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