Pasan las horas pasa el día y un águila por el mar. Sale el sol y bajan las temperaturas. Entre la real realidad y la realidad virtual. Entre mi mundo interior y el de afuera. El mínimo espacio que me habita. Algunas peliagudas consideraciones sobre mí mismo me ponen en el filo de la navaja. Y los otros? Culpa-mea culpa-culpita culpona. De qué coño sirve tener conciencia? De aquí al infierno. O me equivoco?.
Por Luis Ruiz.
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