El caso es que hoy hizo un día bellízimo, las temperaturas subieron a 6 grados +, aunque hacía mucho viento y se sentía frío. Pero el sol brillaba como un rey y el cielo estaba despejado y azul como un Principe. Nos vestimos y salimos. La ciudad resplandecía con brotes de Primavera. Hechamos a andar, llegamos al Mercado de Antiguedades, conversamos con la señora a la que le compramos el reloj, ese que Ralf se empeñó en obtener a toda costa, ya nos tratamos como amigos, nos cuenta cosas de su vida y sus enfermedades y las cosas raras que pasan y nadie encuentra explicación. Parece que todos han decidido salir hoy a la calle, bueno con éste tiempo. Todo está lleno. Caminamos y caminamos.
Oh, que maravilla cuando brilla el sol!
Por Luis Ruiz.
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