domingo, 16 de octubre de 2011

Vernissage .

Anoche estaba invitado a una exposición. La Vernissage comenzaba a las diez de la noche. En el barrio de Mitte, donde se concentran una serie de Galerias de arte contemporáneo, adonde acuden artistas y galeristas del mundo entero para constatar lo que pasa con el arte alternativo que se hace en Berlin.
Como suele suceder en este tipo de eventos cuasi público-privado, el ambiente es bastante especial, y la atmósfera muy "interesante". Se conocen personas y "personajes" muy variados, lo que es muy instructivo y enrriquesedor. Al principio recivimiento y contemplación de las obras, todo muy formal, luego se empiezan a apagar luces, sube la música de tono, el alcohol agita la circulación sanguinea, baile, performance, en un intento de resucitar, al menos me lo recordó, la época de oro de la escena cultural y nocturna del Berlin pasado, que conocemos por historia y videos.
La exposición fué organizada por un peluquero muy conocido de la "escena" y amante del arte. En las habitaciones de su local donde sólo atiende a clientes privados previa cita con el "Master". Y a propósito les comento: Ya de madrugada, nos decidíamos a marcharnos. A la entrada, sobre un muro, se alineaban una serie de miniaturas; tacitas, platos, pequeñas garrafas, todas pintadas a mano. De repente, el anfitrión las empieza a despegar (estaban fijas) y a repartirlas, nos saca a la calle, cruzamos al otro lado donde se encuentra un edificio muy alto, y grita: "Polterabend" (esto significa romper vajillas, y sólo se hace en las ceremonias de casados). Dicho y hecho; empezamos a lanzar contra los muros del edificio todas las cerámicas con un frenesí casi orgiástico. En medio de la quietud de la madrugada se escuchaba el sonido, digamos musical, de los cristales, y nuestra risa y comentarios. Dispersence, grita nuestro "Manager", antes de que venga la policía. Y como por arte de magia nos hicimos niebla, y regresamos a casa.



Por Luis Ruiz.

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