miércoles, 23 de noviembre de 2011

Berlín se avergüenza de su servicio secreto .

Es muy fácil sentir verguenza pública y luego pagar un par de miles de Euros a los perjudicados para tratar de limpiar la imágen racista, que como se pone a prueba, existe dentro de las más altas nomenclaturas del poder en Alemania. Es un mal congénito que los alemanes no han podido desterrar de sus cerebros. Y esta es una prueba contundente. Como ya dije en un comentario, toda la verdad de los implicados nunca se sabrá. La actitud xenófoba se hace sentir en muchos aspectos de la vida cotidiana. Por ejemplo, la mayoría de los desempleados son extranjeros, y si uno de ellos, sólo, sin la ayuda de un alemán se decide a buscar un alquiler, las posibilidades de adquirirlo son mínimas; conozco varios casos. Y qué creen que hay detrás de las palabras de la Merkel cuando dijo, que todos los del sur son unos vagos? Y de las declaraciones de Sarrazín cuando afirma: que los turcos tienen un coheficiente intelectual inferior? Y el libro se convierte en BestSeller en Alemania, con la venia de las Editoriales y los medios de comunicación. Los ejemplos sobran. Más aqui ABC.es


Por Luis Ruiz.

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