jueves, 5 de enero de 2012

Se acercan los Reyes Magos.

Es media mañana. Llueve. Y todo está gris. Hasta aqui hemos tenido un invierno raro, aún los termómetros no han bajado de cero, incluso las temperaturas han alcanzado los once grados, y algunas plantas siguen retoñando. Un indicio más de los movimientos sobre-naturales que rigen hoy nuestras vidas, y que sin duda están influyendo en todos los aspectos de la existencia humana.

Aún asi, para algunos, los Reyes Magos han comenzado la cabalgata cargados de regalos, para aquellos que tienen la dicha (merecida sin duda alguna) de poder un dia asi, despertar y ser felices con sus juguetes favoritos. Otros (lamentablemente una gran mayoría) no. El mundo está lleno de niños pobres, hambrientos, que mueren cada día de hambre, y enfermedades para las cuales los medicamentos no llegan a ellos. Estos se tienen que conformar con fabricarse juguetes de madera y lata y cartón, inventados por ellos, y ni siquiera saben quienes son estos señores dadivosos y complacientes, que en la madrugada del seis de enero dejan, debajo de la cama de los niños lo que estos se han deseado.

Yo también creía en la existencia de los Reyes, y más o menos fuí complacido en mis deseos. Cuando no, mis padres sabían encontrar una explicación para convencerme de no estar triste, y de alguna manera lo lograban. A fín de cuentas podía disfrutar de otros regalos, no siempre puede tenerse todo, y debía entenderlo.

Pero, como convencer a estos señores tan buenos para que cabalguen un poco más lejos, y se acerquen a esos niños pobres y les lleven un poco de felicidad?

En eso pienso ahora mismo, sentado aqui en esta esquina junto a la ventana, mientras leo las noticias y visualizo las contradicciones del mundo de hoy. Y me pregunto: Qué mal hemos hecho?.


Por Luis Ruiz.

No hay comentarios: