sábado, 25 de agosto de 2012

Un texto de Ares Marrero Maria, que dejó como comentario en Post mío en Facebbok.


Ares Marrero María
Cada día nos acercamos más, a cada hora... se madura... y al mediodía ya no es el mismo, y al atardecer un nuevo paso y otro paso y otro... y la noche se cierne sobre nuestros techos... Cada día nos acercamos más, como la fruta que verde...
se madura (hasta que se pudre) ... como las campanadas que tañen los domingos y luego se apagan... hasta que aguzamos el oído otra vez... Como las cartas que no llegan... a pesar de la ola de anhelo que se hincha por las mañanas, a pesar del bolsón enorme del cartero y nuestro deseo al despertar ... Luego rompe a la orilla de la desilusión... Como las luces de la manzana que aparecen desde las siete o las seis y se regodean como antenitas de luciérnagas y revolotean y fenecen... El milagro se hará... y se esparcirá como la fragancia de los tilos que asciende por los balcones... Llegara hasta el cielo... Porque los milagros suceden todos los días, y nos habitan cuando las energías del universo y el corazón se consagran...


Por Luis Ruiz.

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