Leo en El Mundo: Arco supera las espectativas.
Ni una palabra sobre la calidad de las obras expuestas.
Arco, como la casi totalidad de las "Ferias de Arte", recapitula el éxito de su celebración según las ventas. No es necesario discutir el valor el valor intrínseco de la obra de arte. (No su valor en dinero, sino su valor artístico). Pués ya sabemos que éste, en el mercado, tiene un nombre: DINERO.
De qué depende el éxito? (O sea, las ventas) No necesariamente de la calidad del cuadro, la escultura o la instalación. Coleccionar obras de arte no implica sensibilidad artística, proceso intelectual íntimo del interesado, conocimiento; el arte está en manos de una minoría que tiene dinero: los ricos.
Creo que el nombre "Feria de Arte" es el más apropiado, pués de eso se trata.
Los artistas menores, o más justo decir, los que no venden, los desconocidos, los que no han tenido ni tendrán la suerte de acceder a ese macro-mundo que rige el mercado, no tendrán la buena ventura de lograr exponer sus obras en una de estas galerías, o de ser reconocidos y alabados. Triste destino.
Cuando paso por una pequeña Galería me da pena su carácter desolado, la tristeza de esos cuadros colgando indefensos y abandonados a su suerte, como almas en pena, de las paredes, que apenas si logran despertar el Ego de sus autores, esperanzados en un destino mejor. Hasta me da miedo entrar, empujar la puerta, y enfrentarme a los fantasmas que esperan para atacarme. Dudo antes de decidirme, temiendo que no esté permitido el acceso. Pregunto timidamente: Se puede? Casi quiero decir: No vengo a comprar, sólo a mirar. O sea, a disfrutar la obra de arte.
Por Luis Ruiz
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