martes, 16 de marzo de 2010

Un brindis por el amor


De qué hablo hoy? Pués del amor.


Anoche, desde el Restaurant donde nos encontrabamos cenando, y a través del móvil, envié al blog una foto que nos hizo la camarera.


Llegamos al Restaurant desafiando el frío, la lluvia, y el viento que casi nos arranca el paraguas de las manos, dejándonos sin protección en medio del camino, para celebrar que hace ocho años nos casamos.


Por qué lo hicimos? Nos casamos aprovechando la aprobación de la ley que permitía el matrimonio legal entre personas del mismo sexo, entre otras cosas para ratificar nuestros derechos. Reconozco que me hizo mucha ilusión hacerlo, porque sin duda constituyó todo un acontecimiento, algo que para un cubano como yo parecía imposible. Disfrutar de ese derecho ciudadano reforzaba mi identidad dentro de una sociedad qaue me acogía, para que viviera como un hombre libre.


Conocer a Ralf ha sido unos de los mejores regalos del exilio. Su presencia en mi vida ya había sido anunciada antes de llegar a Alemania. La culpa fué de la Pitonisa que vaticinó: Tendrás algunos problemas, pero conocerás a un hombre que será la solución. Y cambiarás de profesión. Todo se cumplió.


Por eso había que celebrarlo. Lo hicimos; brindamos por el AMOR.


Por Luis Ruiz

No hay comentarios: