Tiempo perfecto. Bebo un café en la cama mirando la tele. Salgo al balcón a regar las plantas. Paseo por el barrio. Reservo una mesa para dos en el Restaurant griego de la Winterfeldtstr. Regreso a casa. Hago algunas acuarelas. Necesidad imperiosa de crear. Thomas me recoge y vamos a Ragassi donde se exponen los cuadros de Christa Ensel, la pintora que conocí el lunes en la noche. Nos sentamos en Berio a tomar un café, sólo por el camarero que nos atendió valió la pena, daban ganas de comerselo como una torta de chocolate. Fuimos a Avantgarde, la nueva Galeria en la Nollendorfstr. Cuadros de Musk Ming y Christa M. Buri. Recojo a Ralf en los bajos del edificio y vamos a cenar. Todas las terrazas están repletas. Quien habló de crisis? La noche se llena de voces, risas, vasos que chocan al brindar. La noche se ha hecho para...
Insomnio. Cuatro de la madrugada. Sobre el cesped del patio un conejo desvelado da pequeños saltos, se detiene, desaparece en la oscuridad. Cielo sin estrellas. Mañana será otro día.
Por Luis Ruiz
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