Manuel viajó desde Madrid para reunirse con nosotros en Lisboa. A él también le encanta ésta ciudad como a nosotros, por eso cada vez que podemos volvemos a ella. Yo digo, que si pudiera elegir otro lugar donde vivir, sería Barcelona o Lisboa. Me gusta el ritmo de ésta gente, tan diferente al de los alemanes, sin estrés, y sobre todo sin la mala leche de querer estresar a los otros. Su amabilidad. Pero sobre todo la arquitectura, los hermosos rincones que se encuentran al doblar cada esquina, sus pequeñas plazas y Iglesias, la normalidad y humildad conque todo se presenta, incluso ese desgaste del tiempo en cada piedra que pisas, en los muros de esas casas tan antiguas que casi parece que se van a desplomar, pero que están allí para engrandecer la ciudad y dotarla de una personalidad tan propia en consonancia con sus habitantes.
Por Luis Ruiz.
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