viernes, 19 de agosto de 2011

Búsqueda.

La levedad del aire alcanza la humedad
de los caminos tras la lluvia
insistente de los últimos días.
Cuerpos.
Búsqueda infinita, secular, del binomio
presto a la alianza mínima,
casi etérea, del roce.
Cual fantasmas.
Uno detrás del otro, del más jóven,
con alas de seda y cola larga y fuerte.
Adulterio. Perseverancia.
Bocas encontradas en una danza
salibosa, contaminada.
Culos hambrientos.
Penes erectos.
La música del viento.
Nadie fija su atención en la soledad interior
de los abuelos que babean
el último suspiro del deseo.
Una ardilla trepa asustada y
se pierde entre las ramas de un árbol.
Nadie habla de milagros,
nadie suspira, nadie dice nada.
Gracias a Dios!


Por Luis Ruiz.

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