martes, 17 de julio de 2012

La luz.

La luz, como todo lo que ha tocado, estranguló sus sueños. La luz soberbia, prepotente, fatídica, que con su insistencia ha condenado la vida de los que la padecen. Luz que de tanta luz es capaz de vestirse de noche, y asi travestida confundirse y engañar. Bajo su influjo el alma ha escapado del cuerpo de esos hombres y mujeres, y ha salido a la calle donde las bestias esperan para devorarla. La in-pertinencia de la luz ha convertido a los hombres de la isla en sombras. Luz destello, dentellada, orgazmo, delación, delito, esperanza, espera. Luz culpa. Luz verguenza. Aquelarre, orgía, marcha organizada, conga, consigna. Luz que somete las visiones más puras, prostituyéndolas, aniquilándolas. La culpa es de la luz señora no lo dude. Lo cogieron masturbandose a plena luz. Ese endemoniado empecinamiento de abrir puertas y ventanas y dejarlo todo expuesto a la intemperie. Como si la luz no fuera capaz ella sóla de traspasar las paredes.


Por Luis Ruiz.

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