Se hace noche en Berlin. Sé que estás cerca y te siento. No es que me pierda entre mundos imaginarios, sino que me encuentro a cada paso. Bebo un trago y brindo por todas las ausencias. No estoy triste, le he ganado todas las batallas al dolor. Salgo, me mojo, tengo frio, y qué? Ya no doy cuenta de mis actos a nadie, no me arrepiento de nada. A los mongos con sotana y a los dictadores de turno les riego el rostro con la savia de mi sexo para que les nazcan verdades en la saliva.
Por Luis Ruiz.
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