martes, 3 de noviembre de 2009

EL MUNDO ES TAN CHIQUITO

Hay un dicho que dice: "que chiquito es el mundo". En mi caso puedo emplearlo con bastante certeza. Aveces pareciera imposible que nosotros, regados como andamos por el mundo, pudieramos encontrarnos alguna vez con amigos y conocidos, que alguna vez formaron parte de nuestra vida. Gente con las que vivimos momentos importantes, compartimos experiencias fundamentales, lloramos y reímos. Los diferentes caminos por los que hemos partido hacia rumbos impensables, nos separaron fisicamente, dejándonos la sensación de lo irrecuperable. Cierto que en ese arduo andar en busca de una nueva "casa", encontramos nuevas amistades, y hasta un nuevo amor. Pero por alguna rara alquimia de los sentimientos encontrados, no hemos dejado de pensar en todas esas personitas, todo lo contrario, aveces incluso se nos aparecen en una calle cualquiera, en un Café, en el lugar más inaudito, disfrazadas de un nuevo ser. A mí me sucede constantemente en las calles de Berlín. Cierto que cuando fijo la mirada en el rostro adivinado, desaparece la certeza de ser quien creía. No son apariciones, sino revelaciones de la memoria, de ese afán por recuperar lo perdido. Otras; lo más hermoso, me he encontrado de verdad con algunos de ellos.
Estoy últimos tiempos, gracias al mundo virtual que nos recupera algunas de esas pretendidas pérdidas, me he reencontrado con algunos amigos, y eso me hace inmensamente felíz. Es como si hubiera salido a caminar por un prado, en invierno, y de pronto descubriera que crecen flores y frutos. Sin duda alguna algo maravilloso. Entonces compruebo que las distancias no son un pozo ciego donde todo tiende a desaparecer. En el fondo de esa inmensidad hay luz, una senal de esperanza. Cada mensaje recivido de éstas apariciones virtuales me acercan más al ser humano, a la presencia del amigo que el tiempo me tenía reservado como regalo de fin de ano.

por Luis Ruiz

No hay comentarios: