lunes, 13 de septiembre de 2010

Café MACAO.

Este Café, al que se llega por una escalera situada estrategicamente al final de una tienda de departamentos, es uno de nuestros lugares preferidos aquí en Barcelona. Es una especie de patio terraza con piso de piedras sueltas y mucha vegetación. A pesar del cartel: PROHIBIDO FUMAR PORROS, el olor a marihuana y hachis innunda la atmósfera. Es un lugar bastante sui-generis. Los clientes son una mezcla bastante heterogenea.
Regresamos de FNAC, donde entre otros compré Diarios de Andy Warhol, uno de Burroughs, y otro de Bukoski. El de Charles Bukoski se titula: La máquina de follar. Ya el título mismo merece una reverencia. Venimos a éste sitio a deleitarnos con una jarra de cerveza fria. Ralf lee el Süddeutsche Zeitung. Yo inicio la lectura de Warhol. Por la escalera aparecen dos personajes, dos turistas, un hombre y una mujer mayores, no llegan arriba, miran alrrededor, el hombre mueve la cabeza negativamente y bajan. Están en el lugar equivocado-digo.
El sol se cuela por entre las ramas creando zonas soleadas y de sombras. No tengo marca libros, arrancaré un pedazo del periódico que lee Ralf. Las noticias son aburridas y no me interesan, desde que estoy aquí me intereso poco por lo que ocurre más allá de mis actividades personales.
Siguen llegando jóvenes; el aire se llena de olores que incitan a la transgresión.


Por Luis Ruiz

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