Del "más allá" llegan noticias. Contradictorias. Un ajiaco cuyos ingredientes se desconocen. O sólo se instuyen. Seguir el curso de ese río, cuya corriente va arrastrando todo lo que encuentra a su paso, es casi imposible. Desde la distancia el panorama es tan variopinto como su flora y su fauna. Hacerse eco del eco que de allá llega es peligroso. Yo me siento a una orilla del camino (con gafas de sol) para ver la comparsa pasar. Algunos sonidos se me meten en el cuerpo sin poderlo evitar, pero me contengo. Un extra sentido me alerta, y llama al orden. A fin de cuentas soy sólo un espectador frente a la pantalla donde se exhibe un gran film. Si hasta me negué a participar de extra en el montaje. Lo acepto; es mucho más cómodo. Y menos peligroso.
Ahora, cada día, enciéndo una pantallita, me coloco comodamente al frente, y me informo. Pasivamente. Reflexionando. Atento. Preocupado. Espectante. Y ya veremos.
Por Luis Ruiz.
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