Antes de seguir con ese discurso, que en la realidad no se corresponde con el orden moral de los mismos curas católicos de todo el mundo, y si no miremos los escándalos de toda una vida de curas pederastas, alcoholicos, que debajo de esas sotanas esconden los fantasmas del pecado que en el púlpito tratan de castigar, debería ocuparse de otros problemas mucho más serios como el hambre, las represiones y faltas de libertades, la corrupción de todos los políticos, y de los curas y monjas que andan por ahí haciéndo de las suyas.
A estas alturas queriendo ejercer poder y predicar moral. Pero, en qué mundo vive? Se lo toma alguien en serio? No debería estar ya jubilado, retirado de la vida pública a esa edad, y dejarse de chocheras?
Cada palabra que pronuncia en contra de los homosexuales, el aborto, el divorcio, y tantas sandeces que nada tienen que ver con la realidad y los problemas existenciales de las sociedades de hoy, es una gota que cae en la copa de mi tolerancia, y me lo hace a él, la iglesia y todos los católicos y religiosos que toleran sus palabras, más abominables. Eso es peor que la peste y cualquier otra bacteria de esas que andan por ahí infectando al ser humano.
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Por Luis Ruiz.
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