jueves, 4 de marzo de 2010

DEDUCCIONES

El silencio no es sólo ausencia de sonidos, y él lo sabe. Comparte esa certeza con el espacio que lo contiene. Permanece inmóvil, sentado con las piernas cruzadas como un budha. Imitando las abstracciones que han de imbuirlo en el vacío. Necesita conectarse con la nada. Evadirse. No tener más conciencia de lo que lo rodea. Así se siente bien en esa inercia.
Tiempom y espacio.
Voluptuosidad de los sentidos.
Juega con las emociones como si se tratara de acertijos. Busca en si mismo los otros espacios que aquí no puede encontrar. Sigue un rumbo cuyas sombras van llenándose de luz a medida que avanza.
Pensándolo bien, todo esto tiene que ver con el espíritu-se dice. No hay que temer a los hallazgos.

Por Luis Ruiz

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