A mi abuelo, que era espanol, no lo conocí, cuando nací había muerto. Pero impregnó a sus hijos y su mujer mucho de las costumbres espanolas. Además, las hermanas de mi madre todas estaban casadas con espanoles. No eran "Jineteras", cuando aquello no existía una profesión tan lucrativa. Así que desde pequeno me relacioné con la historia de mis antepasados. Y con la comida.
Uno de mis tíos, magnífico cocinero, durante muchos de aquellos anos maestro de cocina del Gran Hotel camagueyano, cocinaba unas Fabadas Asturianas extraordinarias. Ayer salimos a comer, y fué lo primero que pedí. Aún cuando el calor inhumano madrileno apetecía otro tipo de comida. Pero lo mitigué con cerveza bien fría.
Por Luis Ruiz.
1 comentario:
Sí, la fabada no es para el verano, pero es un plato tan asturiano como nuestro.
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