lunes, 23 de noviembre de 2009

TAMBORES DISTANTES, Por Eliseo Alberto

IV y FINAL

Qué nos espera a los cubanos? Quien sabe. Nuestro futuro pende de un hilo: el cordel que sostiene a un hombre llamado Fidel Castro. Los puntos cardinales de su existencia están más o menos claros: sobrevive o muere. De retornar al poder, lo haría maltratado por su salud; él mismo lo dijo, recuérdenlo, en su mensaje de cumpleanos: Afirmar que el período de recuperación durará poco y que no existe ya riesgo alguno, sería absolutamente incorrecto. Descarto la posibilidad de que, en situación límite, lo mantengan respirando artificialmente. Sería una complicación angustiosa, pués alguien (quien?) tendría que decidir cuando y como fijar la fecha más conveniente de la muerte. Una vez más, el tiempo oficia de juez. Nos acechan incontables peligros, desde la venganza hasta la apatía, desde el oportunismo hasta la indiferencia.

No olvidar que a los cubanos nos gusta dejarlo todo para manana.

Los tambores de los santeros, la sabiduría de los médicos, la ecuanimidad de los políticos y disidentes más lúcidos, las misas de los sacerdotes católicos e, incluso, los embrujos de los chamanes andinos, se proponen un miksmo objetivo: que nuestra Cuba partida en dos no sufra demasiado. Todos los cubanos debemos despertar: unos de un heroico sueno, otros de una muy larga pesadilla. Ya lo dijo quien lo dijo: no hay camino hacia la felicidad, la felicidad es el camino. "

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