
(El monstruo)
Hoy me levanté con el firme propósito de hacer "algo productivo", que dirían aquellos que consideran el leer, pintar, escribir, y cosas parecidas como algo inútil; cosas de vagos. No, no invento nada, los conozco, están hechos de una materia materialista, productiva, sacrificada, obrera. Pululan alrrededor de la flor como abejas obstinadas y malcriadas (abejas obreras).
Asi que (aún no he comenzado) planeo sacar la aspiradora del rincón donde desvalida oculta su osamenta, y limpiar la casa. Horror!, descubro partículas de polvo acumuladas en las esquinas. Pero me entretengo, leo las noticias de hoy y busco un espacio en las paredes donde colgar un cuadro. Bebo una taza de café caliente, mientras desvío la mirada hacia la ventana para ver caer la nieve impulsada por el viento que la desplaza verticalmente.
Que vida la tuya!, y asi te quejas. No, no me quejo. O si. A fin de cuentas tengo todo el derecho del mundo de hacer y decir y vivir como me da la gana.
Y lo peor, con éste tiempo salir al Supermercado a comprar platanitos y pan negro para mi amorcito, mi mecenas, mi amigo, mi marido (si, no se asusten, en alemán: mein mann), que estamos casados por la ley, oficialmente, de papeles, con arroz y todo tirado por la cabeza mientras bajabamos las escaleras del Juzgado de Schöneberg, un edificio precioso, impresionante, de esa opulencia de aquellos tiempos que ya no se construye. Parentesis: casi todo lo moderno es tan feo. Nunca lo hubiera creído, como de sueño; lo que es vivir en libertad!
Lo de "amo de casa" no me va mal. Y no es eso un trabajo? Claro que no me lo merezco, deberían pagarme por lo otro, por leer, escribir, pintar, pensar. Que en todo esto la cabeza se me hace un rollo y termino listo y puesto al sol. Ya sé, no todo es como debiera ser. Al que le tocó, le tocó!!!
Por Luis Ruiz